El xileno atraviesa la barrera transplacentaria. Estudios en animales muestran la posibilidad de que esta sustancia podría provocar toxicidad para la reproducción y el desarrollo humano. Hay estudios que muestran el aumento de abortos espontáneos y malformaciones fetales en niños de madres expuestas a dosis elevadas de xileno durante el embarazo.

En animales pasa a la leche materna.

A pesar de que la literatura no es muy concluyente,   basándose en el principio de precaución considero necesario evitar la exposición a xileno durante el embarazo y la lactancia materna.